Consumo responsable: una alternativa al modelo de sociedad de consumo

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La sociedad de consumo se caracteriza por la producción y el consumo masivo de bienes y servicios, que no siempre responden a las necesidades reales de las personas, sino que son inducidos por el marketing y la publicidad. Este modelo genera una serie de efectos negativos tanto a nivel socioeconómico como de género y ambiental, que ponen en riesgo el desarrollo sostenible y la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras.

Desde Solidaridad Internacional País Valenciano (SIPV), somos conscientes de la importancia de promover el consumo responsable y la soberanía alimentaria como alternativas al modelo de sociedad de consumo. Desde “Siembra: Fomento de la soberanía alimentaria a través del cultivo tradicional y el consumo responsable. Fase 2”, que se realiza con la financiación de la Generalitat Valenciana tratamos de visibilizar las alternativas de desarrollo sostenible, asi como luchar contra los efectos adversos de la sociedad de consumo.

El sistema de comercio convencional se basa en la explotación de los recursos naturales y humanos, especialmente de los países del Sur, que se ven obligados a vender sus materias primas a precios muy bajos, sin tener en cuenta los costes ambientales y sociales que supone su extracción y producción. Esto provoca una situación de desigualdad, pobreza y dependencia de los países más vulnerables, que no pueden acceder a los beneficios del comercio ni a los derechos básicos de sus poblaciones.

Además, el modelo de consumo actual fomenta la discriminación y la exclusión de las mujeres, que sufren una doble carga de trabajo, tanto productivo como reproductivo, y que tienen menos oportunidades de participar en la toma de decisiones y en el acceso a los recursos. El consumo excesivo también afecta a la salud y al bienestar de las personas, que se ven sometidas a un estrés constante por satisfacer unas expectativas de felicidad basadas en el tener y no en el ser.

El consumo irresponsable tiene un impacto devastador sobre el medio ambiente, ya que implica un uso insostenible de los recursos naturales, que se agotan o se degradan a un ritmo mayor que su capacidad de regeneración. Esto conlleva la pérdida de biodiversidad, la deforestación, la desertificación, la contaminación del agua, del aire y del suelo, el cambio climático y otros problemas ambientales que amenazan la supervivencia de la vida en el planeta.

El consumo también genera una gran cantidad de residuos, que no siempre se gestionan adecuadamente, y que suponen un riesgo para la salud y el medio ambiente. Según la ONU, cada año se producen 2.000 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos, de los cuales solo el 16% se recicla. El resto se acumula en vertederos, se incinera o se vierte al mar, provocando la contaminación de los ecosistemas y la afectación de la fauna y la flora.

Ante esta situación, es necesario cambiar el modelo de producción y consumo hacia uno más justo, solidario y respetuoso con el medio ambiente y con los derechos humanos. Para ello, existen diversas alternativas sostenibles que podemos adoptar como consumidores y consumidoras responsables, tales como:

  • El comercio justo: es una forma de comercio que garantiza el pago de un precio justo a los productores y productoras, que respeta sus condiciones laborales y que promueve el desarrollo de sus comunidades. El comercio justo también contribuye a la protección del medio ambiente, al fomentar el uso de métodos de producción ecológicos y el aprovechamiento de los recursos locales. El comercio justo se basa en diez principios que regulan las relaciones comerciales entre los actores involucrados, y que se pueden consultar en la web de la Organización Mundial del Comercio Justo.
  • La producción y consumo de ecológico y de proximidad: se trata de consumir productos que provienen de la agricultura ecológica, que respeta el equilibrio de los ecosistemas y que no utiliza productos químicos ni transgénicos. Además, se prioriza el consumo de productos locales y de temporada, que reducen la huella ecológica del transporte y que favorecen la economía local y el empleo rural. La producción y consumo de ecológico y de proximidad se pueden realizar a través de redes de distribución alternativas, como las cooperativas de consumo, los grupos de consumo, los mercados ecológicos o las tiendas especializadas.
  • La economía feminista: es una corriente de pensamiento y acción que cuestiona el modelo económico dominante desde una perspectiva de género, y que propone una economía al servicio de la vida y de las personas. La economía feminista reconoce el valor del trabajo doméstico y de cuidados, que recae mayoritariamente sobre las mujeres, y que es imprescindible para el sostenimiento de la sociedad. La economía feminista también defiende la igualdad de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres, y la participación activa de las mujeres en todos los ámbitos de la vida económica, social y política.
  • El consumo sostenible: es un consumo que tiene en cuenta las necesidades presentes y futuras de las personas y del planeta, y que busca minimizar los impactos negativos sobre el medio ambiente y la sociedad. El consumo sostenible implica una actitud crítica y consciente frente al consumo, que se basa en el principio de reducir, reutilizar y reciclar. El consumo sostenible también implica elegir productos y servicios que cumplan con criterios sociales y ambientales, como el comercio justo, la producción ecológica, la eficiencia energética, la responsabilidad social o la ética.

Como consumidores y consumidoras, tenemos el poder de decidir qué tipo de sociedad queremos construir con nuestras compras, y de apoyar a las iniciativas que promueven un modelo de desarrollo más justo y sostenible. Consumir responsablemente es un acto de coherencia, de solidaridad y de compromiso con nosotros mismos, con los demás y con el planeta.


Gracias al Ayuntamiento de Alaquàs por su apoyo al proyecto Siembra en El Salvador y la Comunidad Valenciana

Desde Solidaridad Internacional País Valenciano, queremos agradecer al Ayuntamiento de...

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